2023 Evangelization Supplement
Para los católicos hispanos y para todos en general: ‘estamos llamados a la unidad’ en Cristo
Miembros de la comunidad hispana/latina del Decanato Oeste de Indianápolis posan para una foto con el padre John McCaslin, párroco de Santa Mónica en Indianápolis, y Félix Navarrete, coordinador del ministerio hispano de la Arquidiócesis, (en la primera fila inmediatamente debajo del crucifijo), durante una reunión sobre el Renacimiento Eucarístico Nacional celebrada el 18 de abril en la Iglesia Santa Ana en Indianápolis. (Foto enviada)
Por John Shaughnessy
Los ojos de Félix Navarrete brillan cuando recuerda uno de sus momentos predilectos de los últimos meses que nos brinda una visión de la Iglesia en su máximo apogeo.
Ese momento se produjo la tarde del 18 de abril en una reunión de distintas parroquias de Indianápolis.
Como coordinador del Ministerio Hispano de la Arquidiócesis, Navarrete fue invitado como orador del encuentro sobre el Renacimiento Eucarístico Nacional plurianual que entre junio de 2023 y julio de 2024 hará énfasis en la instancia parroquial.
Sin embargo, antes de su charla en la iglesia de Santa Ana de Indianápolis, Navarrete se unió al grupo de adoración eucarística, en el que había personas que hablaban distintos idiomas: inglés, español y francés.
“Ver a toda esta gente reunida en la iglesia fue algo hermoso—recuerda Navarrete—. Me quedé sin palabras. Realmente sentí la presencia de Jesús, y que él estaba muy feliz de ver toda esa diversidad de culturas y colores de piel reunidos en la iglesia.
“En ese momento pensé: ‘Esto es lo que el Señor quiere que hagamos.’ ”
Ese sentimiento se vio reforzado por lo que ocurrió a continuación: un gesto sencillo pero significativo para el grupo hispanohablante que realizó el padre Jude Meril Sahayam, párroco de Santa Ana.
Tras la adoración eucarística, el padre Sahayam dividió a los grupos por idioma; envió a los grupos de habla inglesa y francesa a salones ubicados fuera de la iglesia e invitó al grupo de habla hispana a permanecer en la iglesia para escuchar su charla. Esa invitación conmovió profundamente a muchos de los hispanos.
“Al final de la reunión, muchos expresaron que se sentían sumamente bienvenidos. Algunos dijeron: ‘Oye, Félix, casi siempre somos nosotros los que tenemos que cambiarnos de salón, pero este padre nos invitó a quedarnos en la iglesia.’
“Los últimos dos meses, han sido de los mejores que he compartido con la comunidad hispana. Pude ver en sus rostros que vivieron un momento especial con Jesús en la Eucaristía. Y se sentían muy agradecidos por haber tenido ese momento en la iglesia.
“Estaba muy feliz. Llegué a mi casa y cuando le conté a mi esposa todo lo que había pasado, me dijo: ‘Bueno, ¡ese es el Espíritu Santo!’ ”
Esas escenas, en conjunto, captan la esencia de lo que significa la fe católica para muchos hispanos, afirma Navarrete. Al mismo tiempo, esas dos escenas nos ayudan a entender de qué manera los esfuerzos de evangelización pueden adaptarse a los católicos hispanos, ya sea en parroquias predominantemente hispanas o en parroquias donde son minoría.
“Ves el lado humano de la gente.”
“Viven su fe de forma sencilla,” asegura Navarrete. “Las devociones los conmueven, especialmente la devoción a la Virgen. Y para ellos es muy importante tener un encuentro con Jesús, principalmente en la Eucaristía. Algo que ayuda mucho en la misión de evangelización de nuestros hispanos es crear espacios para que tengan encuentros personales con Jesús. Se sienten muy cómodos en los retiros espirituales.”
Recuerda el impacto de un retiro para católicos hispanos que se hizo a principios de este año.
“Fue muy productivo verlos a todos reunidos y rezando juntos, en un encuentro con Jesús. En ese momento ocurre algo muy especial y lo vemos en sus caras. Lloran. Ves el lado humano de alguien que probablemente enfrenta alguna tribulación o enfermedad, o lo que sea. En la Eucaristía hallan ese momento de encuentro con Jesús y se dan cuenta de que la presencia de Jesús está allí, de que alguien los abraza.
“Es en ese momento en el que siento que somos verdaderamente instrumentos de Dios y que ayudamos a los demás a acercarse a Él. Formar parte de la creación de estas relaciones me hace sentir especial. También me hace sentir más comprometido con la Iglesia, en cuanto a que debo hacer mejor las cosas y dar un testimonio personal, así como en mi forma de actuar y de hablar. Ayudarlos a crear esos espacios y a acercarse a Jesús forma parte de nuestra misión como líderes.”
Esa misión y esa esperanza surgen con el telón de fondo de algunas estadísticas aleccionadoras sobre los latinos católicos de Estados Unidos. Un estudio reciente del Pew Research Center señaló que el porcentaje de adultos hispanos que se identifican como católicos disminuyó del 67% en 2010 al 43% en 2022.
“Resulta preocupante—comenta Navarrete sobre los resultados del estudio de Pew—. Algo ha ocurrido en ese cambio de vida al venir de Latinoamérica a Estados Unidos. En América Latina, el pueblo católico vive su fe de forma muy sencilla y devocional. Las devociones son esenciales para los católicos hispanos.
“Cuando vienen aquí y no encuentran ese ingrediente específico que les ayudó a mantener esa cercanía con Dios, entonces tienden a buscar otra experiencia y pasarse a otra denominación. Y eso es muy triste. Como líderes, estamos viviendo momentos muy difíciles para la Iglesia. Debemos de ser conscientes de estas situaciones específicas que viven los hispanos en Estados Unidos.”
Crear esa conexión con la Iglesia para gente de diversos orígenes es tarea de todos los católicos, y es un énfasis que se pide que adopten sobre todo las parroquias durante este próximo período del Renacimiento Eucarístico Nacional.
‘Estamos llamados a la unidad’
“En verdad debemos pensar intencionadamente en cómo podemos hacer crecer juntos nuestra comunidad de fe. Para todas las nacionalidades—afirma Anita Bardo, coordinadora de evangelización y discipulado de la Arquidiócesis—. Cuando tenemos actividades como la adoración eucarística o el rosario, todos podemos unirnos porque sabemos que en cualquier idioma es igual. Y a eso estamos llamados: a la unidad.”
El Renacimiento Eucarístico es un enfoque que tiene un gran potencial para fomentar esa unidad entre los fieles de la Iglesia, un énfasis que también es particularmente significativo para la forma en que los católicos hispanos celebran su fe, asegura Navarrete.
“Creo que es el momento de reavivar nuestra fe, de volver a nuestros orígenes, a nuestro primer amor, a nuestro primer encuentro con Dios—afirma Navarrete —. Este Renacimiento Eucarístico nos da la oportunidad de escribir un nuevo capítulo en nuestro camino de fe.”
Bardo concuerda:
“Es importante que ampliemos nuestros pensamientos y nuestras inquietudes porque todos estamos creciendo juntos en la fe. Y el Renacimiento Eucarístico nos va a llevar hasta este punto—expresa—. Marcará la diferencia si no nos limitamos y les tendemos la mano a nuestros hermanos y hermanas. Tenemos hispanos, birmanos, africanos, tenemos francófonos.
“Y aunque seamos diferentes, seguimos siendo uno. Es importante verlos a todos reunidos y saber que todos son bienvenidos. Debemos acoger a las diferentes culturas. Cuanto más comprendamos lo que estamos llamados a hacer, es decir, estar unidos en Cristo, ser uno en Cristo, creo que todos estaremos mejor.” †