Los graduados celebran y atienden la invitación de Cristo a servir con amor
(In English)
El Arzobispo Charles C. Thompson posa con los graduados del Instituto Pastoral Intercultural de la Arquidiócesis el 24 de junio en la Casa de Retiro Nuestra Señora de Fátima en Indianápolis. (Foto de John Shaughnessy)
Por John Shaughnessy
La mañana había estado repleta de alegría para los graduados, un momento para celebrar con la familia y los amigos, una ocasión que también incluía la celebración de la misa oficiada por el arzobispo Charles C. Thompson.
Antes y después de esa liturgia del 24 de junio, el arzobispo había pasado tiempo hablando informalmente con los 17 recién graduados del Instituto Pastoral Intercultural de la Arquidiócesis que forma líderes pastorales y espirituales dentro de las diversas comunidades étnicas de la Arquidiócesis y de la diócesis de Lafayette.
Esos momentos informales habían dado lugar a sonrisas y risas entre el arzobispo y los graduados. Y esa conexión continuó durante la misa cuando el arzobispo compartió, en español, sus tres deseos para los graduados en el día de la festividad del Sagrado Corazón de Jesús.
“Que nunca se cansen de confiar y celebrar el amor incondicional de Dios y su abundante misericordia, que recibimos mediante el Sagrado Corazón de Jesús,” expresó el arzobispo en su homilía durante la misa en la Casa de Retiro Nuestra Señora de Fátima, en Indianápolis.
“Que sean instrumentos de ese amor y misericordia divinos a través de su ministerio en la guía espiritual y como líderes pastorales, especialmente en la búsqueda de aquellos que se han desviado o están perdidos.
“Y que nunca pierdan el rumbo hacia el altar del Señor, sacando fuerza y alimento del banquete eucarístico del cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Jesucristo, para que puedan permanecer centrados en Cristo en su testimonio de la abundancia que brota de su Sagrado Corazón para todos los hombres.”
Una invitación de Cristo
Después de la misa, el arzobispo Thompson posó en las fotos con el grupo y con cada uno de los graduados. La celebración en el centro de retiro continuó con una ceremonia de graduación, en la que la coordinadora del Instituto Pastoral Intercultural compartió sus deseos para la décima promoción del programa de formación de dos años de duración.
“La Iglesia, nuestra Iglesia, camina con todos nosotros y al mismo tiempo nosotros caminamos con ella,” afirmó Carmen Hernández a los graduados. “Hay muchos escenarios importantes en los que la Iglesia necesita líderes como ustedes, especialmente en los entornos donde hay desafíos sociales y aquellos en los que se debe dar preferencia a los pobres.”
Señaló que considera que durante la pandemia de COVID-19, el Papa Francisco ha redoblado la mención de los pobres en sus homilías.
“En una de esas homilías, señaló que: ‘Cuando Jesús dice de los pobres: ‘Siempre los tendrán con ustedes,’ quiere decir: ‘Yo estoy siempre con ustedes en los pobres.’
“Esto coloca a los pobres en un lugar teológico, en un lugar de encuentro con Dios. Por lo tanto, la participación activa de todos ustedes—como líderes pastorales—en el encuentro con Dios a través de los pobres, es fundamental para hacer de nuestra Iglesia un signo visible de amor, solidaridad y justicia.”
Hernández les hizo una invitación a los graduados adornados con sus togas y birretes azul marino:
“Los invito a profundizar aún más en nuestra relación y compromiso con los pobres, con los más necesitados, haciéndonos amigos de ellos, acercándonos a ellos,” apuntó. “Esto exige que se conviertan en verdaderos discípulos misioneros, que todos sientan que están escuchando por primera vez la invitación de Cristo a aprender de él: de su corazón, de su enseñanza, de su palabra. Para que ustedes también puedan anunciar esa palabra, y hacerlo con una actitud de apertura, de diálogo, de disponibilidad.”
‘Estoy dispuesto a servir a nuestra Iglesia’
Los graduados de la promoción de este año representan a la Arquidiócesis de Indianápolis y a la Diócesis de Lafayette. Angie Pitts, madre de ocho hijos y abuela de 11, quien se graduó del programa con honores, fue elegida para pronunciar un discurso en nombre de sus compañeros.
Más tarde, Pitts habló con The Criterion sobre cómo todo el día—la misa, la ceremonia y la celebración durante el almuerzo—fue “maravilloso.”
“Fue una experiencia impresionante estar allí con el arzobispo Thompson y ver a mis compañeros de clase, nuestras familias y amigos reunidos para celebrar con nosotros.”
Compartió que ella y sus compañeros superaron vicisitudes tales autos averiados, problemas en el cuidado de los hijos y los desafíos de la COVID-19 para culminar el programa. También elogió al Instituto Pastoral Intercultural, un ministerio de la Oficina de Ministerio Intercultural de la Arquidiócesis.
“Me enamoré del Instituto. Los profesores son increíbles,” aseguró Pitts. “Ahora mismo, soy lectora y ministra [extraordinario] [de la Sagrada Comunión], pero quería saber más sobre mi fe desde una perspectiva más profunda. Cristo quiere que difundamos la Buena Nueva. Por eso estoy aquí. Estoy lista para servir a nuestra Iglesia.”
(Para conocer más sobre el Instituto Pastoral Intercultural y su programa, visite www.archindy.org/intercultural.) †